Cómo Diseñar Un Curso En Línea: 3 Pasos Para Impartir Cursos Online

El aprendizaje en línea es cada vez más popular con cada año que pasa. Muchos prefieren los cursos en línea por su comodidad, mientras que otros señalan los retos que plantea el aprendizaje interactivo y comprometido. Lee este post que hemos preparado para ti hasta el final y descubre cómo diseñar un curso en línea.

Los cursos en línea son muy populares en la actualidad. Si tienes una habilidad puedes enseñar a los demás y ganar dinero por ello. Lo mejor de todo esto es que cuando grabas el curso solo lo haces una vez.

Cómo diseñar un curso en línea

Antes de empezar a diseñar tu curso, es importante que reconozcas las diferencias que harán que los planes de lecciones originalmente diseñados para una clase presencial no se ajusten bien a tu clase en línea.

Si te centras en la facilidad de uso y hace hincapié en las actividades interactivas, puede adaptar esos planes de lección de forma más eficaz o incluso diseñar tu propio plan de lección en línea desde cero.

Bien, veamos ahora los pasos que debes seguir para que aprendas cómo diseñar un curso en línea:

1. Desarrollar su contenido

Los primero que debes saber cómo va a estar guiado el curso.  En cuanto a cómo diseñar un curso en línea de forma correcta, este es un aspecto fundamental ya que todo estará en orden y el aprendizaje va a ser fluido.

1- Investiga cómo otros han impartido cursos similares.

No hay nada malo en tomar prestado o remezclar el material que otros profesores han utilizado para cursos similares. Puedes ahorrarte mucho tiempo y maximizar la calidad de tus contenidos leyendo otros planes de estudio y adaptándolos a tu clase. Utiliza tu motor de búsqueda preferido para encontrar esquemas de cursos disponibles o pregunta a otros profesores que conozcas que hayan impartido el curso.

  • Asegúrate de que el material que encuentres en Internet no tenga licencia o tendrás que pedir permiso para utilizarlo. Si no estás seguro de si el contenido tiene licencia, ve a lo seguro y pregunta de todos modos.

2- Comienza con un esquema del material.

Con los cursos en línea, será más difícil controlar el flujo de información, ya que los estudiantes pueden elegir cuánto tiempo dedicar a una sesión determinada y qué orden seguir. Por ello, es especialmente importante que tu contenido esté organizado de forma coherente y con un propósito. Divide la materia principal en unidades o módulos principales y crea otras subdivisiones que guíen a los estudiantes a través del contenido.

  • Utiliza mucho los resúmenes antes de cada módulo o incluso de cada subpunto. Esto ayudará a los estudiantes a entender lo que van a aprender antes de empezar.
  • Intenta ser coherente con la cantidad de información, el tiempo requerido y el número de tareas para cada módulo. Esto ayudará a los estudiantes a adaptarse al ritmo del curso desde el principio y evitará confusiones.

3- Determina los objetivos de aprendizaje.

Decide qué quiere que los estudiantes obtengan del curso en su conjunto y de cada unidad individual. Estos resultados deben ser declarados explícitamente a los estudiantes y guiar el desarrollo del contenido.

  • Comienza con los objetivos de las unidades individuales. Céntrate en objetivos analíticos como “Comprender las causas económicas y políticas de una Emergencia Sanitaria mundial“, más que en objetivos relacionados con la memoria como “Aprender las causas importantes que condujeron a la pandemia actual“.
  • Unos objetivos de aprendizaje claros facilitarán el diseño de evaluaciones como exámenes y trabajos.

4- Utiliza un texto profesional.

Encuentra un libro de texto profesional que cubra tu tema. Utiliza el índice de contenidos como guía para la descripción del material y el desarrollo del contenido específico.

  • Los libros de texto suelen incluir ideas para tareas, actividades de debate y ejemplos de cuestionarios que te ayudarán a rellenar el contenido.
  • No sientas que tienes que seguir el libro exactamente. Los libros suelen incluir información que es superflua para el propósito de tu clase.
  • Habla con la dirección de tu centro antes de seleccionar un libro. Puede que tengan un contrato establecido con determinadas empresas.

5- Entiende tu Sistema de Gestión de Aprendizaje.

Un Sistema de Gestión de Aprendizaje (LMS) es el software que tú y sus estudiantes utilizarán para navegar por el curso. Cada LMS tiene características únicas y entender sus fortalezas y debilidades te guiará en términos de qué tipos de contenido puedes o debes usar.

Los LMS más populares son:

  • BlackBoard
  • Edmodo
  • Moodle
  • SumTotal
  • SkillSoft

Si tienes algunas habilidades de desarrollo de software, puedes considerar un LMS de código abierto. Estos programas son gratuitos y te permitirán cambiar manualmente aspectos del código para adaptar el LMS a tus preferencias. El inconveniente es que no suelen contar con un servicio de atención al cliente.

Habla con los administradores de tu escuela, instituto o universidad. La mayoría de las escuelas tienen un contrato con un proveedor de LMS específico o simplemente te darán una sugerencia preferida. Si tienes que elegir el tuyo, pregunta a otros profesores qué prefieren.

2. Fomenta el aprendizaje interactivo

Un aprendizaje interactivo es excelente para que tu curso sea poco aburrido y más emocionante. Es bueno que utilices herramientas y una excelente metodología para fomentar el aprendizaje interactivo.

1- Crea tableros de mensajes.

Una de las limitaciones más significativas del aprendizaje en línea es que los estudiantes no pueden interactuar contigo o entre sí tan directamente. Si no incluyes un aspecto interactivo en el curso, la educación que reciben los estudiantes será poco mejor que si simplemente compraran un libro de texto y lo leyeran por su cuenta.

Los tablones de anuncios son una característica disponible en todos los principales LMS y te permitirán enseñar en la tradición socrática, donde los estudiantes debaten, hacen preguntas y ofrecen reflexiones personales sobre el contenido.

  • Asigna a los alumnos tareas de redacción relativamente breves (de unas 300 palabras) y pídales que respondan a las aportaciones de los demás. Estas tareas escritas deberían suscitar cierta controversia y dar cabida a respuestas diferentes y contradictorias.
  • Cada unidad debe incluir algún tipo de tarea interactiva para que los alumnos participen constantemente.
  • Este tipo de tarea puede ser más difícil para los cursos de matemáticas o ciencias. Sin embargo, puedes utilizar los tablones de anuncios para animar a los alumnos a que expliquen cómo han resuelto determinados problemas o han aplicado fórmulas.
  • Conviene establecer algunas normas de participación en el programa de estudios para garantizar que todos los participantes en el tablón de anuncios sean respetuosos y se abstengan de realizar ataques personales. Puede ser útil mantenerse alejado de las preguntas que impliquen cuestiones políticas especialmente candentes, a menos que estén directamente relacionadas con el contenido.

2- Divide a los estudiantes en grupos de discusión.

Algunos cursos en línea, especialmente los MOOC (Massive Open Online Course), tendrán cientos de participantes que harán que los debates sean onerosos. Asigna a los estudiantes en grupos de no más de 20 miembros. Esto facilitará discusiones más efectivas en el tablero de mensajes.

  • Esto también puede crear una familiaridad que facilite a los estudiantes formar grupos de estudio y ayudarse mutuamente a través del material del curso.

3- No confíes demasiado en los exámenes.

Una política de libro cerrado puede ser difícil o imposible de aplicar en los cursos en línea y los exámenes a libro abierto harán poco para comprobar la retención de conocimientos. Dé prioridad a las tareas escritas, especialmente a las que implican un debate crítico en sus tablones de anuncios, sobre los exámenes de opción múltiple.

  • Si incluyes exámenes tradicionales en tu plan de clases, deben basarse en gran medida en respuestas escritas e incluir un límite de tiempo.

4- Organiza sesiones de preguntas y respuestas en directo.

Una buena manera de establecer una conexión personal con tus estudiantes es organizar una sesión de vídeo en directo en la que los estudiantes puedan hacer preguntas y tú puedas responder en tiempo real. Muchos LMS ofrecen una función de vídeo en directo, pero si no está disponible, puedes invitar a los estudiantes a un Google Hangout o a una sesión de Skype.

  • Muchos programas de vídeo en directo permitirán a los estudiantes escribir sus preguntas en un banco de mensajes mientras tú respondes a través de la transmisión de vídeo. También puedes pedir a los alumnos que te envíen preguntas por correo electrónico antes de la sesión.

3. Asegura la facilidad de uso

Un aspecto importante acerca de cómo diseñar un curso en línea es la facilidad de las funciones y herramientas en el curso. Es por ello que debes hacer que el curso sea fluido y bien pensado.

1- Crea un vídeo introductorio.

Para establecer una conexión personal con tus alumnos, crea un breve vídeo introductorio. Incluye una introducción personal y explica tu experiencia en la materia para crear un espíritu.

También querrás proporcionar una visión general del material del curso, incluyendo los resultados de aprendizaje esperados, el material específico que se cubrirá y una lista de las principales tareas.

2- Haz que tu contenido sea consultable.

Aunque es bueno animar a los estudiantes a utilizar el esquema para guiarse a través del curso, una función de búsqueda es fundamental para permitirles retroceder fácilmente en el material y recordar las lecciones anteriores. La mayoría de los LMS tienen funciones de búsqueda fácilmente disponibles, pero es una buena idea asegurarse de que el contenido se puede buscar y modificar algunos ajustes si es necesario.

3- Utiliza formatos de documentos accesibles.

Es posible que los estudiantes no dispongan de ciertos programas de visualización de documentos o que sus ordenadores tengan capacidades limitadas para ver ciertos lenguajes de codificación frontales. Para evitar problemas, guarda todos los documentos en formato Word o PDF y, si modificas el lenguaje de codificación, déjelo en HTML. Así te asegurarás de que todo el mundo pueda ver tus documentos y páginas de forma gratuita.

  • Cuando guardes un documento, debe haber un menú desplegable bajo la barra en el que podrás cambiar el nombre del documento. Debes incluir opciones para guardar el documento como PDF o como documento de Word.

4- Ten planes de respaldo para las dificultades técnicas.

Los fallos y las interrupciones temporales son básicamente inevitables cuando se utiliza un software en línea complejo como un LMS. Cuando ocurren, es probable que te veas inundado de correos electrónicos de estudiantes enfadados y confusos, especialmente si se produce un problema técnico antes de una fecha límite o un examen.

  • Debes prepararte para estas situaciones imprimiendo materiales para distribuir, posponiendo las tareas o desarrollando tus materiales para que los estudiantes puedan seguir trabajando incluso cuando no puedan acceder al LMS.
  • Si utilizas un LMS profesional, incluye la información de contacto del departamento de atención al cliente en el programa de estudios.

5- Incorpora tecnologías de apoyo.

Algunos estudiantes tienen discapacidades auditivas, visuales, de aprendizaje o de otro tipo que les dificultan las tecnologías en línea. La mayoría de los sistemas LMS ofrecen adaptaciones, como lectores en voz alta o ampliación del texto para los discapacitados visuales.

  • Habla con el administrador de tu centro educativo sobre las políticas de accesibilidad para discapacitados e incluye la información necesaria en tu programa de estudios.

6- Realiza un ensayo.

Es importante realizar un simulacro del curso en el sitio web antes de que comience la clase. Esto es especialmente importante si estás creando una cantidad significativa de contenido nuevo. Concéntrate en la fluidez del material, en la facilidad de acceso a los diferentes módulos y comprueba si hay errores.

  • Puedes pedirle a otro profesor o a un estudiante con algo de tiempo disponible que lo repase. Después de haber dedicado mucho tiempo a la elaboración de contenidos, puede ser difícil verlos con ojos nuevos.

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